Los padres muchas veces debido a las características de su personalidad y vivencias pasadas, no nos pueden entregar todo el cariño, la contención, la presencia, cuidados y apoyo que necesitamos durante nuestra niñez, adolescencia y también adultez…

Puede ser que ellos hayan vivido infancias dolorosas o difíciles y que tampoco hayan recibido el amor que necesitaban. Las historias se repiten y probablemente por eso nuestros padres no pudieron darnos el amor que hubiésemos querido recibir.

Ya sea que es un/una padre/madre ausente, o “presente-ausente”, o muy dominante, muy protector, muy absorbente, muy indiferente, limitadores, distantes, castradores o manipuladores, nos han marcado y todas nuestras relaciones estarán condicionadas al sentir que tenemos respecto a papá y mamá.

Llegamos a adultos buscando ese amor que no sentimos con una herida emocional profunda… muchas veces aún con rabia hacia ellos. Siempre tenemos esa tristeza en nuestros corazones.

Esto puede dañar nuestra confianza, auto estima, auto valoración… Buscaremos constantemente ese amor, ese reconocimiento.

Nos sentiremos siempre rechazados (por nuestras parejas, nuestros jefes, nuestros hijos, etc etc) Sanar el vínculo con los padres nos ayuda a sentirnos seguros, fuertes y empoderarnos para ver la vida de otra manera

En este taller entender y sanar ese vínculo lo que trae como consecuencia sanar los conflictos de vida en los distintos ámbitos ya sea relaciones, trabajo, dinero, pareja, hijos, profesión y resignificarlos para sentir paz y sanación.

Además la Madre es la fuente que nos dio la Vida. Restaurar el vínculo con ella nos trae alegrías, calma, amor, servicio a la vida
La madre representa la vida, la salud, el amor, por lo que esta experiencia condicionará todas nuestras relaciones en la vida.

El Padre nos abre el camino al éxito en la vida. Restaurar el vínculo con él nos abre las puertas al mundo, nos regala el triunfo en las labores que decidamos emprender.